La Codoñera
Acabada la visita de Belmonte de San José nos dirigimos hacia La Codoñera. Para llegar tenemos que ir cambiando de carreteras, primero tomamos la A-2409 dirección oeste, pasamos a la A-1409 dirección Torrevelilla, dejamos atrás esta localidad y por la A-2047 llegamos al destino.
Esta localidad pertenece a la comarca del Bajo Aragón con la que comparte historia. Actualmente tiene casi 400 habitantes y una red de servicios envidiable para cualquier localidad de estas dimensiones.
Recorrido urbano
Iniciamos la visita con el clásico recorrido urbano. Empezamos por la plaza del Ayuntamiento que nos muestra una casa Consistorial enorme dentro de un espacio no demasiado abierto. Es una edificación del siglo XVIII (1776) con tres plantas construido en sillería. La planta baja cuenta con una gran portada formada por un arco de medio punto. Sobre la clave se sitúa el escudo, esculpido en 1776 al concederle Carlos V el título de Villa, con un membrillero, que da nombre a la villa. En la planta principal se abren tres vanos rectangulares. La planta superior cuenta con una galería de siete arcos rebajados sobre capiteles y columnillas. Todo el edificio se remata con un gran alero de madera, propio de las casonas aragonesas.
La construyeron dos hermanos franceses, Esteban y Juan Sabré y pertenecía a la Cofradía de San Valero. En principio era la dueña y arrendaba a los vecinos el molino de aceite, la panadería y la tienda. El poder religioso de esta Cofradía fue dando paso a una estructura civil, estableciendo un concejo con los pueblos de Torrecilla, Valdealgorfa, Valjunquera y La Codoñera.
En la actualidad se han impuesto las funciones propias de un ayuntamiento. En la primera planta está el salón de plenos, anteriormente sala de reunión de la Cofradía. También alberga una sala de exposiciones, biblioteca, aula de adultos, teleclub y un salón de actos.
Salimos del ayuntamiento y nos dirigimos a la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora. La portada es de estilo barroco como lo atestiguan las dos grandes columnas salomónicas que enmarcan la entrada. En el interior nos encontramos con un templo de tres naves que se cubren con bóvedas de medio cañón con lunetos, excepto en los primeros tramos de las naves que son bóvedas de crucería estrellada. La techumbre gótica se deshizo en el siglo XIX para elevar el conjunto. Todavía quedan vestigios de este periodo en una de las capillas de la iglesia.
Vista la iglesia nos encaminamos hacia la parte baja del pueblo para visitar los lavaderos, el antiguo molino aceitero del que apenas quedan restos y la fuente de 1480. Consta de una galería subterránea cubierta con una bóveda de medio cañón de 10 metros en la que se recoge el agua. Desde aquí se percibe la estructura aterrazada del pueblo.
Volvemos a subir y acabando el recorrido urbano pasamos por la casa de la abuela de Plácido Domingo y por la casa donde vivió el ilustre botánico aragonés Pardo Sastrón durante tres años. Terminamos con el centro de la población para trasladarnos a las ermitas.
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