Ermitas de Loreto y Santa Bárbara.
La primera se encuentra en las afueras de la localidad y la segunda a tres kilómetros. Visitamos las dos.
Ermita de Loreto
Desde que se entra en La Codoñera la edificación de esta ermita destaca por sus volúmenes limpios y sus grandes dimensiones.
Es de estilo barroco y acabándose su construcción en 1795 en mampostería y sillería. Lo diseñó Tomás Lobed, de Alcañiz, siguiendo las pautas de la escuela valenciana y supuso un reto económico y cultural ya que estuvieron 11 años trabajando todo el pueblo en ella con gran ilusión.
Nos encontramos con el pórtico que cuenta con tres arcos de medio punto y un frontón coronado por un campanil. En el interior tiene una nave de tres tramos que se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos. El crucero está cubierto por una cúpula sobre tambor decorada con medallones de temática mariana. Toda la ermita está decorada con frescos que hacen alusión al mito de la Virgen de Loreto.
Ermita de Santa Bárbara
Se encuentra a tres kilómetros del casco urbano. Para llegar hay que subir a un cerro desde donde se otea una gran parte de la geografía del Bajo Aragón.
Es una ermita de planta rectangular construida en cantería y mampostería. Hay referencias de 1387 y la fecha de 1575 en el arco corresponde a una ampliación. Cuenta con una sola nave cubierta con bóveda de cañón en la que destacan los arcos fajones muy rebajados.
En los alrededores de la ermita se aprecia la reconstrucción del poblado íbero tallado en roca.
Este espacio ha sido habilitado con bancos y merenderos para los habitantes de la localidad.
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