Inconfundible por su largo cuello, es el mayor integrante de la familia de los zampullines y somormujos en España. Presenta un estereotipado cortejo nupcial, época en la que su plumaje adquiere un llamativo diseño facial, con penachos y expansiones de plumas muy característicos. Habitante habitual de una gran variedad de humedales, incluidos embalses y otros enclaves artificiales, esta ave acuática puede ser observada en nuestro país tanto en el periodo de cría como durante la invernada.
"El embalse de Cueva Foradada (1926) dedicado a la regulación y regadío presenta cierto interés ambiental por haber favorecido la instalación de comunidades de aves acuáticas tales como las citadas anteriormente [anátidas como la cerceta carretota, ánades y ánsares, además de otras aves como somormujo lavanco, cormoranes, grullas, garzas y cigüeñas]".