Mazmorras
Las cárceles de La Fresneda están dentro de la ruta de las cárceles del Matarraña.
En esta localidad había dos cárceles una destinada a los presos comunes y otra a los presos de grupos privilegiados como nobles o eclesiásticos.
Iniciamos el recorrido por la primera. El espacio al que se accede desde una pequeña puerta es pequeño y oscuro. Era una cárcel de tipo “pozo”, es decir desde el primer piso se tiraban a los presos, por un orificio, a una especie de sótano. Estos tenían aplicada la pena de muerte y generalmente morían allí. La comida que recibían dependía de la buena voluntad del pueblo. El carcelero era uno de los presos que vivían en esta cárcel con su familia. En el piso superior instalaban a los presos no tan peligrosos. Estaban mezclados hombres, atados con argollas, y mujeres.
Quedan graffitis en las paredes y el suelo cargadas de simbologías como cipreses que parecen significar la muerte y rayas que indican el tiempo de estancia.
La otra cárcel destinada de lujo se encuentra al otro lado del Ayuntamiento. Es un espacio totalmente diferente al anterior, la estancia es amplia y luminosa. También se conserva el suelo original, cubierto con un cristal ya que aparecen pinturas con el tres en raya, juego con el que pasaban el rato, cipreses y unos enigmáticos círculos. En las paredes también hay diferentes figuras como un barco, un demonio o la Virgen del Pilar. En esta cárcel disponían de letrinas y la familia les alimentaba. Las razones más comunes por las que acababan los presos era por llevar la contraria a sus superiores.
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