Puertomingalvo
Es pequeño como un zapato y apenas cuenta con 100 habitantes pero desde la primera ojeada sabemos que no nos va a defraudar. Entramos en la localidad por la calle Atrás y avanzamos hacia el ayuntamiento donde se encuentra la oficina de turismo. Las viviendas, con una o dos alturas, están construidas con piedra de sillería o mampostería.
Ayuntamiento
La visita empieza en el mismo edificio, magnífica construcción del siglo XIV, con unos grandes ventanales góticos y un enorme alero de madera. En la zona de las mazmorras se encuentra un centro de interpretación de castillos de la zona y, como en casi todos los pueblos, también se utiliza como centro multiusos.
Horno Moruno
La siguiente visita es a un horno moruno que da nombre a la calle. Es de grandes dimensiones y se supone que fabricó pan para mucha más población, eran otros tiempos y otras necesidades.
Castillo
De aquí al castillo por la calle Alta, nadie por la calle; por la Valladar, nadie por la calle; por un taller artesano, nadie por la calle. Vamos bajando el tono de voz por miedo a molestar y finalmente nos topamos con la puerta de una mermada edificación de la que solo queda un paño de muralla y un torreón utilizado como museo etnográfico con objetos de la casa y de la agricultura. Pero no siempre ha sido así, durante la Edad Media esta tierra de frontera entre musulmanes y cristianos requería de vigilancia reforzada y en un espolón calcáreo y elevado sobre un amplio territorio se construyó esta fortaleza.
Iglesia de la Virgen de la Purificación y San Blas
La siguiente parada es la iglesia pero antes visitamos el portal de San Roque que se cerraba para proteger de los ataques militares y de enfermedades como la peste. Adosado al portal se encuentra el Hospital de pobres y peregrinos que nunca tuvo función sanitaria sino de acogida de necesitados. Actualmente su función es parecida pero recoge a los turistas por un módico precio y es sede de biblioteca. Volvemos a la calle Valladar y atravesando un arco nos espera la iglesia dedicada a la Virgen de la Purificación y San Blas construida en el siglo XVIII de estilo Barroco. Antes de entrar nos paramos ante la puerta de la fachada principal. En ella se esculpe una portada-retablo realizada en piedra de sillería que destaca sobre el sillarejo del muro. Este retablo pétreo se divide en dos cuerpos, uno inferior en el que se abre la puerta y otro superior más estrecho que contiene una hornacina vacía. Las columnas del conjunto acentúan el claroscuro propio del barroco. Su interior se divide en tres anchas naves de igual altura. Destaca su cabecera con una bóveda gallonada y las pinturas barrocas conservadas en sus muros.
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